viernes, 2 de marzo de 2007

Henry Corbin: de Heidegger a Sohravardî

He publicado en la web del Centro la traducción de la entrevista llevada a cabo en Radio France en 1976 entre Philippe Nemo y Henry Corbin: "De Heidegger a Sohravardî", en la que el pensador francés explica la evolución de su pensamiento, lo que aprendió de Heidegger (la fenomenología y la hermenéutica) y lo que descubrió en el pensamiento del misticismo islámico.

En la entrevista Corbin afirma, entre otras cosas:

"...lo que comprendemos realmente, no es más que lo experimentado y sufrido por nosotros, lo que nosotros soportamos en nuestro propio ser. La hermenéutica no consiste en deliberar sobre estos conceptos; es esencialmente el desvelamiento de lo que pasa en nosotros, el desvelamiento de lo que nos hace emitir tal concepción, tal visión, tal proyección, cuando nuestra pasión pasa a ser acción, un soportar activo ... Estar-ahí es esencialmente hacer acto de presencia, el acto de esta presencia por la cual y para la cual se desvela el sentido en el presente, esta presencia sin la cual nunca se desvelaría algo así como un sentido en el presente. De este modo, la modalidad de esta presencia humana es reveladora, pero de tal manera que revelando el sentido, es ella misma quien se revela, ella misma la que es revelada. Nuevamente, la concomitancia pasión-acción".
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"Los modos de comprender están esencialmente en función de los modos de ser. Todo cambio en el modo de comprender es concomitante a un cambio en el modo de ser"
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"Yo no podía ni quería ser un “historiador” en el sentido normal y ordinario de la palabra, un sabio que establece la balanza (el juicio) del pasado pero que no se siente en absoluto responsable del mismo, ni tampoco responsable del sentido que le da, mientras que es él sin lugar a dudas quien da a este pasado un sentido u otro y hace funcionar la “causalidad histórica” de acuerdo al sentido que ha decidido. Y es porque para el historiador los hechos han pasado, los acontecimientos forman parte del pasado, mientras que él, el historiador, no estaba allí. Pues desde el punto de vista "científico" conviene que el historiador no esté allí dónde y cuándo pasó. Es necesario incluso que no esté, que no haga nunca “acto de presencia” en este pasado a fin de poder hablar de él con toda “objetividad histórica”. Incluso si prodiga los términos como “pasado vivo”, “presencia del pasado”, esta presencia no es mas que una inofensiva metáfora de su coartada personal. En cambio el fenomenólogo hermeneuta debe siempre estar ahí (da-sein), porque para él nunca hay nada pasado o superado. Efectuando él mismo acto de presencia hace manifestarse lo que está oculto bajo el fenómeno aparente. Este acto de presencia consiste en abrir, en hacer eclosionar el futuro que se oculta en el llamado pretérito pasado. Es verlo por delante del sí mismo y es bien distinto a una metafórica e inofensiva presencia literaria del “pasado vivo”. Pues es al mismo tiempo sentirse “responsable del pasado” para hacerse responsable del futuro".
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"Aquello que los profanos, los exoteristas ven como sentido metafórico, es precisamente lo que los gnósticos ven como el sentido verdadero, y ello porque no degradan nunca el sentido espiritual al rango de una metáfora o de una alegoría. Y lo que el profano toma por el sentido verdadero, como el sentido histórico visible, no es para los gnósticos mas que el sentido metafórico, la metáfora de la Verdadera Realidad".
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"...hay un conocimiento formal, que es el conocimiento corriente; se produce por medio de una re-presentación, de una species, actualizada en el alma. Y hay un conocimiento designado como conocimiento presencial, el cual no pasa por la mediación de una representación, de una species, sino que es presencia inmediata, aquella por la cual el acto mismo de presencia del alma suscita la presencia de las cosas y se le hacen presentes a ella misma, no ya como objetos sino como presencias. Es el conocimiento que se tipifica también como conocimiento “oriental” (‘ilm ishrâqî), que es a la vez el amanecer del Oriente del ser sobre el alma y el amanecer de la iluminación matutina del alma sobre las cosas que revela y se revela a sí misma como com-presencias. Conviene conservar siempre en la palabra Ishrâq (Oriental) su primer significado, el del orto y la elevación del astro por su Oriente. Pero se trata de un oriente que no hay que buscar en los planos geográficos, es la Luz que se alza, Luz anterior a toda cosa revelada, a toda presencia, puesto que ella es la que las revela, la que hace la Presencia".
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"La gente se tranquiliza repitiendo: “la muerte forma parte de la vida”. No es cierto a menos que entendamos la vida solamente en su sentido biológico. Pero la vida biológica deriva ella misma de otra vida, que es su fuente y que es independiente de ella y que es la Vida esencial. En tanto que la decisión-resuelta sigue siendo simplemente ser “libre-para-la-muerte”, la muerte se presentará como una reclusión, no como un exitus. Entonces no se saldrá nunca de este mundo. Ser libre para el más allá de la muerte, es presentir y hacer de ella un exitus, una salida de este mundo hacia otros mundos. Pero son los vivos, no los muertos, los que salen de este mundo"