lunes, 17 de abril de 2006

Gaston Bachelard: acerca de la alquimia


He añadido a la página de artículos del Centro parte del cap. 2 de "La formación del espíritu científico" de Gastón Bachelard


El gran pensador francés, entre otras cosas, afirma: "Si la contemplación de un simple objeto, de un vaso olvidado a los rayos del poniente, nos proporciona tanta luz sobre Dios y sobre nuestra alma, ¡cuán más detallada y más evocadora será la contemplación de los fenómenos sucesivos en las experiencias precisas de la transmutación alquímica! Así interpretada, la deducción de los símbolos no se desenvuelve más sobre un plano lógico o experimental, sino más bien sobre el plano de la intimidad completamente personal. Se trata menos de una comprobación externa que de una comprobación interna. ¿Quién sabrá jamás qué es un renacimiento espiritual y qué valor de purificación tiene todo renacimiento, si no ha disuelto una grosera sal en su mercurio adecuado y si no la ha renovado en una cristalización paciente y metódica, espiando ansiosamente la primera condensación cristalina? Entonces hallar el objeto es verdaderamente hallar el sujeto: es encontrarse en el momento de un renacimiento material. Se tenía la materia en el hueco de la mano. Para que sea más pura y más hermosa, se la ha sumergido en el seno pérfido de los ácidos; se ha arriesgado su tesoro. Un día el ácido apiadado ha devuelto el cristal. El alma toda se regocija por la vuelta del hijo pródigo. El psicoanalista Herbert Silberer, en mil observaciones de singular penetración, ha mostrado así el valor moral de los diferentes símbolos alquímicos. Es significativo que todas las experiencias alquímicas se dejan interpretar de dos maneras: química y moralmente. Mas entonces surge la pregunta: ¿Dónde está el oro? ¿En la materia o en el corazón? Y en seguida, ¿cómo titubear frente al valor dominante de la cultura química? La interpretación de los escritores que describen al alquimista en la búsqueda de la fortuna es un contrasentido psicológico, La Alquimia es una cultura íntima. Es en la intimidad del sujeto, en la experiencia psicológicamente concreta donde ella encuentra la primera lección mágica".

Un saludo
Enrique